Domínguez: “No me intimida la alarma pública de Lores y el PP mantendrá su voto en contra en el pleno de la cuestión de confianza”

5 enero, 2024

  • El líder de la oposición piensa que Puentes no tiene el liderazgo suficiente que se necesita para priorizar su programa electoral y los intereses de Pontevedra por encima de las órdenes de su partido
  • La situación anómala de Pontevedra se puede extrapolar a Galicia: “Los gallegos decidiremos entre la estabilidad del presidente Rueda al frente de la Xunta o las peleas continuas de un multipartito, que solo se pondría de acuerdo en que no gobierne el que gana las elecciones”

El presidente y portavoz municipal del Partido Popular de Pontevedra, Rafa Domínguez, ha respondido este viernes a las tres ruedas de prensa que ha ofrecido el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores, durante esta semana, para reclamar a la oposición que cambie el sentido del voto para aprobar sus presupuestos municipales: “No me intimida esta alarma pública que está generando Lores y en el PP mantendremos nuestro rechazo a estos presupuestos, asociados a un proyecto político en decadencia”.

El líder de la oposición hará valer su victoria en las elecciones del 28 de mayo – 11 concejales del PP, por 9 del BNG y 5 del PSOE – en el pleno extraordinario del lunes 8 de enero, en el que se debatirá la cuestión de confianza del alcalde, vinculada a la aprobación del proyecto de presupuestos municipales para el 2024.

En el debate, el PP se mantendrá fiel a su programa electoral y a sus votantes con el argumento de que son “unos malos presupuestos para Pontevedra, que van a contribuir a la decadencia de una ciudad que está sucia y mal iluminada, además de llevar tres años perdiendo población, sin que el Gobierno local haga ninguna actuación para impedir el deterioro constante de los barrios y el abandono de las parroquias”.

Domínguez ha recordado que la reapertura de Reina Victoria, el traslado de la feria ambulante a la Alameda, la negociación con los trabajadores del Concello y la atención de la Unidad de Drogodependencias fueron las condiciones fundamentales del PP para facilitar la aprobación de las cuentas. El popular había anunciado públicamente estas prioridades, como la fuerza más votada en la corporación pontevedresa, pero el Bloque ha ignorado sus reivindicaciones.

Por este motivo, tras no haber recibido ninguna llamada de los nacionalistas para negociar, el portavoz municipal ha apelado a la sensatez y ha pedido a Lores que abandone la “prepotencia” y el “victimismo” de esta semana, al decir que pone su cargo a disposición del pleno, cuando “la oposición puede convocar una moción de censura, en cualquier momento, porque la aritmética y la debilidad de gobernar con 9 concejales de 25 va a continuar durante los tres años y medio que quedan de mandato”.  

El popular está “absolutamente en contra del presupuesto de Lores” pero coincide con el nacionalista en que, si al socialista Iván Puentes le dejase el PSOE, “probablemente, podríamos llegar a un acuerdo para generar una alternativa que fuese el resultado de lo que han votado la mayoría de los ciudadanos”.

Domínguez ha añadido que “si al portavoz socialista le interesase cumplir su programa electoral y defender los intereses de los pontevedreses, en vez de medrar dentro de su partido, cumpliendo las órdenes que le llegan de Santiago, no tengo dudas de que fructificaría esa alternativa. Pero Puentes no tiene ni la fortaleza ni el liderazgo suficiente como para hablar de esa posibilidad”.

A la espera de lo que suceda en el pleno de la cuestión de confianza, después de que el Partido Socialista haya variado su posicionamiento en cuestiones fundamentales en tan pocos meses, el popular se erige como la alternativa ante la “inestabilidad” que se ha generado entre dos líderes y dos partidos que “no se soportan” en Pontevedra.

Esta “incertidumbre” y “parálisis” se puede extrapolar al contexto autonómico con las elecciones gallegas a la vuelta de la esquina. El portavoz municipal ha asegurado que la Xunta de Galicia puede seguir siendo, a partir del 18 de febrero, “una isla de estabilidad”, dirigida por el presidente Alfonso Rueda, o convertirse en un gobierno multipartito de “peleas continuas”, que “solo se ponen de acuerdo en no dejar gobernar al que gana las elecciones, mientras discuten por sus intereses partidistas y sin importarle los ciudadanos”.