• El presidente del PP de Pontevedra piensa que los exsocios “acabarán llegando a un acuerdo de Gobierno en el que cada uno mirará por sus intereses, torpedeando a la otra parte”

• Los populares mantienen su hoja de ruta para reabrir Reina Victoria, retirar los lombos de las vías sanitarias, llevar la feria ambulante al centro y reforzar los servicios sociales 

El presidente del Partido Popular de Pontevedra, Rafa Domínguez, ha manifestado que “el PSOE de Iván Puentes no debería quejarse tanto. Tienen lo que han votado. Los socialistas entregaron la alcaldía a Lores, a pesar de que el PP ganó de forma rotunda y contundente las elecciones”.

El líder de los populares se ha quedado “atónito con el deterioro continuo de las relaciones” entre el BNG y el PSOE, que se ha escenificado, durante las últimas semanas, con varios enfrentamientos públicos.

Desde el pleno de investidura del alcalde Miguel Anxo Fernández Lores, con el visto bueno de Iván Puentes y del resto de concejales socialistas, las desavenencias entre ambos fueron sucediéndose comenzando por la inauguración del nuevo mirador sobre el Lérez, por parte del regidor nacionalista, cuando el líder del PSOE no se encontraba en la ciudad.

La tirantez entre ambos se puso de manifiesto en el pleno de la semana pasada, en el debate de las dos mociones del PSOE sobre Reina Victoria y el Pontevedra Flúe que, en opinión de Domínguez, fueron “un ataque a la línea de flotación del alcalde y que han dejado un poso importante” entre los exsocios del anterior Gobierno municipal.

Días después han vuelto a quedar en evidencia las dos formaciones con los reproches de los socialistas por el deterioro de los servicios sociales o con el nuevo plan de los nacionalistas para revitalizar la planta superior del Mercado.

Lo último, en el enfrentamiento entre los dos partidos, ha sido a raíz de la polémica sobre la ubicación de la feria ambulante: “Es extraño que la socialista Yoya Blanco enmiende una ordenanza que firmó ella hace tres meses, cuando formaba parte del Gobierno local. Una ordenanza que el PP ya le había advertido en pleno de que estaba mal”, ha recordado el líder de los populares.

Domínguez piensa que el BNG y el PSOE “acabarán llegando a un acuerdo de Gobierno en el que cada uno mirará por sus intereses, torpedeando a la otra parte, lo que va a ser muy malo para Pontevedra”. De la otra forma, si no hay pacto, ve difícil que haya un “buen futuro para la ciudad con nueve ediles nacionalistas haciendo el trabajo que antes hacían los 15 concejales del bipartito”.

El PP, a diferencia de las otras dos formaciones, mantiene su hoja de ruta jurídica para tratar de reabrir Reina Victoria, retirar los lombos de las vías sanitarias, llevar definitivamente la feria ambulante al centro y reforzar los servicios sociales. “Queremos hacer realidad las iniciativas que reclama la mayoría de los pontevedreses”, ha concluido el popular.